Declaración de la Juventud Rebelde 20 de Diciembre
Frente al resultado de las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires
Compartimos la indignación de todos aquellos que sintieron desconcierto el domingo 10 de julio al darse a conocer los resultados de la primera vuelta. Tal Como dijimos en nuestra declaración anterior, sostenemos que los sectores populares tenemos un interés directo en la derrota del proyecto macrista en la Ciudad de Buenos Aires. Los resultados son desalentadores y reflejan la inexistencia de una alternativa genuinamente popular que deje al descubierto el verdadero rostro del gobierno PRO. Sobre la base de esta ausencia, el gobierno de Mauricio Macri ha construido un predominio político y cultural en las 15 Comunas de la Ciudad de Buenos Aires que no puede ser explicado recurriendo exclusivamente a la protección mediática del Grupo Clarín y La Nación, aunque ésta indudablemente existió.
Los análisis sobre las causas de una victoria tan holgada ya han circulado profusamente y la mayoría coincide en la conjunción de múltiples factores. Entre muchos motivos se han mencionado, ya sea como explicaciones complementarias o contrapuestas: la tendencia a un voto “oficialista” sustentada en la estabilidad económica y el crecimiento del consumo, que así como en Octubre capitalizaría Cristina Fernández hoy lo hizo Macri; una polarización del voto que favoreció finalmente a la concentración de voto anti-kirchnerista en la boleta del PRO; la existencia de tendencias a la “autonomía” en el electorado porteño que priorizaría un no-alineamiento con el Gobierno Nacional; el desarrollo de una gestión macrista mediocre pero donde los escándalos de corrupción fueron limitados al primer periodo del mandato y que globalmente no es percibida como desastrosa por los electores; el desarrollo de una red clientelar sustentada en viejos punteros del PJ reconvertidos al PRO; entre muchas otras respuestas esbozadas. No es objeto de esta declaración profundizar en estos análisis, sino apuntar apenas algunas conclusiones políticas y tareas pendientes.
A todas aquellas explicaciones se debe agregar, sin dudas, las debilidades y errores garrafales de las campañas de las distintas oposiciones al macrismo. En ese sentido, la primera vuelta no hizo sino reafirmar nuestras críticas a los sectores que se proponían como alternativa en la Ciudad. Sin lugar a dudas el propio kirchnerismo carga con gran parte de las responsabilidades. Por un lado porque claramente el Gobierno Nacional no apostó a fondo a disputar la Ciudad. Llevó a cabo una campaña de “baja intensidad”, permitió que el macrismo imponga la agenda de debate, apartó a la Presidenta de la campaña (buscando seguramente cuidar el famoso voto “Macri – Cristina”) y en lugar de intentar interpelar a la militancia popular de la Ciudad para derrotar la política privatista de Macri terminó con Filmus prometiendo desde los afiches… “más seguridad”.
Esta situación ha abierto un “pase de facturas” a gran escala dentro del kirchnerismo con consecuencias por ahora imprevisibles. Por lo pronto ni siquiera se está desarrollando desde el Frente para la Victoria capitalino algún tipo de campaña para el balotage.
Que el PJ de la Capital no constituye alternativa popular efectiva frente al macrismo no es sorpresa para nadie y ha sido planteado desde nuestro espacio sin vacilaciones. Los que militamos en la Ciudad ya conocemos los múltiples acuerdos existentes entre el Gobierno Nacional y el de la Ciudad en distintos niveles, siendo el más público y notorio el de la propia Legislatura porteña. Aún así pensamos que es un error suponer que para los sectores populares “da lo mismo” un gobierno de Macri o uno de Filmus.
Una diferencia de 20 puntos, prácticamente decisiva para el balotaje, anuncia cuatro años más de gobierno del PRO con consecuencias negativas, directas y concretas, para el pueblo de la Ciudad. Cuatro años más de Macri son cuatro años más de destrucción de la salud y la educación pública, de criminalización de la pobreza y la protesta, de racismo y xenofobia, de marginación para el sur de la ciudad y de ninguneo para el problema de la vivienda. El escenario político que se abre en la Ciudad es de continuidad de lo peor. Pero seguramente también continuará la resistencia. Si en estos cuatro años no fueron suficientes las movilizaciones contra la UCEP y la metropolitana, las ocupaciones de tierras para sacar a la luz el enorme déficit de vivienda existente, las tomas de los colegios para mostrar el estado de decadencia y destrucción de la educación pública, entonces los próximos años nos exigen estar más organizados, más unidos, más movilizados, para derrotar la política macrista. Pero indudablemente tenemos que ir más allá. Tenemos que generar espacios de unidad más amplios y construyendo cada día y desde abajo la opción política que pueda destronar a la derecha del gobierno de la ciudad. Y si otra conclusión dejó la elección es que esta alternativa no viene de la mano del Gobierno Nacional.
Votar contra Mauricio Macri en el balotage del 31 de julio es para nosotros continuidad lógica de la lucha que damos todo el año y en todos los terrenos contra su gestión al frente de la Ciudad. Para los que sabemos lo que es el macrismo y lo sufrimos en carne propia los llamados al “voto en blanco” y las posturas prescindentes suponen, cuanto menos, errores incomprensibles.
Como decíamos en la primer declaración, para enfrentar a la derecha no alcanza con “jetones” y marketing, así como tampoco con el debate mediático. Para derrotar al macrismo y cambiar la ciudad, es necesaria la construcción de una fuerza social, militante, organizada en cada comuna y dispuesta a construir una verdadera transformación de la Ciudad y no una repetición berreta de las gestiones “progresistas” anteriores. Una alternativa al macrismo, realmente popular, democrática y participativa, no se construye un mes antes de las elecciones, sino que debe forjarse día a día. Por eso convocamos a construir una amplia unidad que nos permita mostrar a la sociedad la verdadera cara del macrismo y construir nuevos espacios desde donde proyectar una nueva opción política en la Ciudad. Ese es el desafío que asumimos y el camino que aspiramos a transitar los próximos cuatro años en común con todos los compañeros y compañeras que se sientan convocados para esta tarea.