Balance de La Mella – Presidencia FUBA sobre las elecciones en la Universidad de Buenos Aires
Del 12 al 16 de Septiembre se llevaron adelante las elecciones de renovación de autoridades en 12 de los 13 Centros de Estudiantes de la UBA, al mismo tiempo que se eligieron los representantes estudiantiles en los Consejos Directivos en todas las facultades. Desde La Mella - Presidencia FUBA, nos presentamos en ocho facultades, lo que en sí mismo significó un crecimiento importante para nosotros, teniendo en cuenta que en las anteriores elecciones obligatorias (2009) nos habíamos presentado solamente en cinco. El crecimiento, además, se mostró en que pudimos mantener, con un margen importante, la conducción de los Centros de Estudiantes de Ciencias Sociales, Filosofía y Letras y Ciencias Exactas y Naturales, centros emblemáticos del movimiento estudiantil de la UBA.
Triunfó la autonomía del movimiento estudiantil
Si bien nadie esperaba grandes sobresaltos en estas elecciones, la novedad efectivamente fue la apuesta del kirchnerismo por hacer pie en la UBA. Para un gobierno que tiene como uno de sus pilares discursivos más importantes la reivindicación de la militancia juvenil, no conducir un solo centro de estudiantes en la universidad más importante del país representa un problema. La estrategia dirigida por La Cámpora consistía en reunir en cada facultad a todas las fuerzas que identificaran de alguna u otra manera con el gobierno nacional. No se detuvieron a mirar la realidad de cada lugar, ni la trayectoria y compromisos de cada fuerza en cuestión. Simplemente “sumaron”, juntaron, suponiendo que eso les iba a redituar en votos suficientes para lograr algunas victorias.
La pobrísima campaña desarrollada por estas fuerzas consistía en plantear la necesidad de “sumarse al proyecto nacional y popular”. Eso era todo lo que el kirchnerismo podía ofrecer a los estudiantes en estas elecciones. Los resultados mostraron que los estudiantes no quieren un movimiento estudiantil subordinado a las decisiones algún “ministerio de la juventud” o despacho de gobierno. El mediocre desempeño de las listas de la Cámpora en la UBA es un triunfo de la autonomía del movimiento estudiantil. Sólo con autonomía es posible seguir reconstruyendo al movimiento estudiantil como actor universitario y como sujeto social dispuesto a pelear por sus derechos, defender la universidad pública y ser parte de las luchas populares.
Autonomía para construir, luchar y avanzar.
La autonomía del movimiento estudiantil no significa autismo ni neutralidad. Ante cada hecho relevante que ocurre en el país los estudiantes debatimos e intervenimos, tomamos posición. No es nuestra tradición quedarnos en casa, mirar por TV lo que ocurre afuera. Pero esa intervención se realiza desde nuestra propia autonomía y no según lo que dicte un funcionario. Seguramente muchos estudiantes votaron y votarán por Cristina el próximo mes. Sin embargo, optaron por sostener la autonomía del movimiento estudiantil porque comprenden la importancia de sostener Centros de Estudiantes que decidan por sí mismos.
Desde La Mella – Presidencia FUBA entendemos que es desde esta autonomía que el movimiento estudiantil debe intervenir en las luchas universitarias y en la realidad nacional. Hemos sido parte orgullosa de las luchas estudiantiles que derrotaron a las acreditaciones ante la CONEAU en Exactas y conquistaron el avance del Edificio Único en Sociales. Somos parte del movimiento estudiantil que lucha por democratizar universidad, hoy gobernada por un pequeño grupo de corruptos que se beneficia con las políticas que perjudican a la Universidad pública. Somos parte de los que luchamos por más presupuesto y mejores condiciones de cursada, poniéndole el cuerpo y no solo la palabra a la defensa de la educación pública. Somos parte de los que salimos a luchar solidariamente junto a los hermanos QOM en la 9 de julio, contra la represión en Jujuy o en el Parque Indoamericano. Y somos parte también de quienes bancamos a la Ley de Medios, las retenciones y otras medidas importantes para el campo popular de nuestro país que desde La Mella apoyamos y defendemos. Solo con autonomía es posible empujar todas estas causas y estar siempre del lado de los intereses populares.
Se equivocan quienes creen que las opciones en el movimiento estudiantil son “autismo o subordinación”. En el medio existe la posibilidad de que el movimiento estudiantil intervenga en los debates nacionales, se la juegue junto a los sectores populares y conserve su autonomía para debatir y decidir cuál es la posición correcta en cada circunstancia.
Sociales, un caso aparte.
La Facultad de Sociales merece un análisis especial. Allí La Cámpora conformó un frente que, tomando como base los resultados del año pasado, alcanzaba casi el 40% de los votos. Incluía como hipotética presidencia del CECSo a la UES, agrupación aliada a la derecha radical de Sociales y de la UBA (Franja Morada), conocida además por su patoterismo y prácticas mafiosas. La Cámpora no tuvo problema alguno en juntarse en Sociales con estos sectores que, repetimos, en la Universidad tributan a la derecha que se supone deberían combatir.
Este intento por copar el Centro de Estudiantes encontró la increíble colaboración de algunas fuerzas de la izquierda tradicional, en particular el Partido Obrero, quien de forma absolutamente burda y obscena articuló su campaña contra la izquierda independiente. En forma pública y abierta, el Partido Obrero coordinó su campaña con la UES minuto a minuto. En sus volantes y materiales de campaña, el eje del PO fue continuamente atacar a la izquierda independiente, siendo que –tal como quedó demostrado el viernes tras el escrutinio- éramos la única expresión que podía ganarle a la alianza UES-Cámpora.
Sabemos que existen diferencias políticas y que es natural que cada espacio político se presente con sus propias listas y planteos. Pero existen ciertos códigos éticos y principios mínimos de solidaridad y reconocimiento militante que no pueden ser arrojados a la basura por una disputa mezquina de un par de votos. El Partido Obrero, por motivos de extrema mezquindad, prefería que gane la UES con tal de que “pierda La Mella”, tal como lo dejaron en claro durante toda la semana. Una actitud similarmente llamativa mostraron en la Facultad de Medicina, pegando las elecciones de Centro y Consejo y sosteniendo un sistema absolutamente restrictivo en los requisitos para presentar listas en los Centros de Estudiantes. De nuestra parte, creemos que estos son errores garrafales que pagará todo el movimiento estudiantil, y que la propia FUBA se pondrá en riesgo en un mediano plazo por este tipo de acciones de mentalidad “cortoplacista”.
En contraposición a este tipo de actitudes, debemos celebrar la confluencia de diversas agrupaciones y organizaciones que desde distintos lugares aportaron al triunfo de Sociales. Militando, colaborando con distintas tareas y difundiendo declaraciones de apoyo, corrientes políticas de distintas tradiciones, así como numerosos estudiantes independientes, fueron también protagonistas de esta victoria y a todos ellos invitamos a seguir aportando a la construcción de un movimiento estudiantil crítico, combativo y autónomo.
La conclusión de la elección en la Facultad de Ciencias Sociales fue que, a pesar del monstruoso frente UES-Campora, armado y digitado “desde arriba”, con el visto bueno de la gestión de la Facultad y con ciertas complicidades inesperadas, la izquierda independiente logró mantener la conducción del CECSo. Así, se consolidó el trabajo de 3 años de conducción, donde la herramienta gremial de los estudiantes se ha visto fortalecida: en una elección record de casi 10.000 compañeros y compañeras, se eligió un CECSo autónomo, que construye desde abajo junto a los estudiantes.
El fortalecimiento de la izquierda independiente.
Desde La Mella, como Presidencia de la FUBA, creemos que el fortalecimiento objetivo del espacio de la izquierda independiente en la UBA no es azaroso ni producto de grandilocuentes campañas de marketing en cada facultad: la militancia cotidiana de todos y cada uno de nuestros compañeros en defensa de una educación pública, de calidad, y digna es un punto importantísimo para explicar estos resultados. Ejemplo de esto fue la realización del III Foro Nacional de Educación para el Cambio Social en Plaza Houssay, donde más de 6.000 compañeros y compañeras debatimos las problemáticas concretas del movimiento estudiantil y nuestra intervención en los grandes debates nacionales. Allí, tal como decíamos antes, no hubo autismo ni subordinación; sí reflexión profunda, colectiva. Allí estuvimos –en el evento educativo más grande del año- todos aquellos que no nos conformamos con “lo que hay”.
Como conclusión, entendemos que el saldo de estas elecciones es muy importante para el movimiento estudiantil de la Universidad de Buenos Aires, y, en particular, para el espacio de la izquierda independiente. La experiencia concreta de Sociales, Filosofía y Letras y Exactas nos muestran otra forma de conducción que, a la vista de los resultados de la última semana, ha sido más que refrendada por el conjunto de los compañeros.
Seguiremos, entonces, militando día a día para cambiar en la UBA todo lo que deba ser cambiado, con la certeza de estar aportando, junto a un conjunto de organizaciones hermanas y cientos de estudiantes no agrupados, al fortalecimiento de nuestras herramientas gremiales, y del movimiento estudiantil en su conjunto.