¡Recuperemos lo que es nuestro!




Lanzamiento de la campaña por la nacionalización del petróleo y el gas

El debate sobre YPF está abierto. Esta pelea no es indiferente a los intereses populares. Quedó a la vista el fracaso absoluto de las políticas neoliberales en el sector y se desnudó la lógica depredadora que se llevó a cabo todos estos años por parte de la multinacional española. Revertir el fraude de la privatización y recuperar una empresa al servicio del país, no solo sería un acto de reparación histórica, sino que se presenta hoy como una necesidad ineludible para cualquier tipo de desarrollo económico y social.

La Argentina tiene condiciones naturales para poseer soberanía energética, es decir, no depender de otros países para abastecerse de energía. Sin embargo, una empresa regida por la lógica de la globalización y el mercado nos llevan hacia el camino inverso. Sin lugar a dudas, las privatizaciones en general, y la de YPF en primer lugar, son uno de los principales rasgos de continuidad de las transformaciones neoliberales operadas durante la década de los noventa. Recuperar YPF es, por lo tanto, una deuda pendiente con el pueblo argentino.

Entre 2003 y 2010, YPF ganó 36.800 millones de pesos. Esa ganancia no quedó en el país. Año tras año, las grandes petroleras, como Repsol, Shell, Panamerican Energy, entre otras, se llevan nuestros recursos para nutrir sus casas matrices y financiar el desarrollo de los países centrales. Como se demostró en este conflicto con Repsol, la lógica de estas grandes empresas, igual que como ocurre con la megaminería y otras actividades, es literalmente de saqueo. Extraen todo lo que pueden sin invertir ni un peso en nuevas fuentes y sin importarles el desarrollo local de nuestros pueblos, como tampoco las consecuencias ambientales de estas actividades.
Desde la Juventud Rebelde y Rebelión, no queremos dejar pasar este conflicto como espectadores, por eso junto a otras organizaciones impulsamos la Campaña “Luche y vuelve” por la Nacionalización del petróleo y el gas. La próxima semana, estaremos realizando esta campaña en la Ciudad de Buenos Aires que contará, entre otras actividades, con un banderazo frente a las oficinas de YPF.


Un gran paso en la recuperación de la soberanía energética

Está claro que para recuperar la soberanía energética en Argentina es necesario ir más allá de YPF. Hoy más del 50% de la extracción de hidrocarburos está en manos de otras grandes compañías extranjeras. A su vez, la reforma constitucional de 1994 al delegar el dominio de los recursos a las provincias, dejó sin capacidad al Estado Nacional para realizar una gestión soberana, racional y estratégica de los mismos. Por eso también es necesario revertir esa situación y recuperar la soberanía nacional sobre los recursos fundamentales para el desarrollo del país como el petróleo y el gas.
No obstante, aunque no sea la solución definitiva, reestatizar YPF sería un gran paso. Pero para poner a la empresa al servicio del pueblo, es necesario deshacerse de todos los intereses privados y transnacionales. Por esta razón en la campaña planteamos una YPF 100% pública y argentina. Ni privada, ni extranjera. La experiencia del grupo Petersen (Eskenazi) demuestra que los grandes empresarios argentinos siempre eligen ser socios de las grandes transnacionales antes de defender los intereses del país. Por eso la única nacionalización real de YPF es la estatización. Una empresa mixta no va a resolver los problemas energéticos que plantea el desarrollo nacional. Este conflicto demuestra también que los intereses de nuestro país y los de Repsol son incompatibles. Pretender consensuar ahora una política de inversiones y abastecimiento local olvida que las razones del saqueo y la remisión de utilidades están en la propia naturaleza de estas empresas. No se trata de retar a Repsol como un niño que se portó mal y conseguir un nuevo compromiso de inversión. En un contexto de crisis en los países centrales, resultaría por lo menos ingenuo creer que España o cualquier otra potencia mundial van a apostar al desarrollo argentino en lugar de intentar continuar con su política de saqueo. Tampoco se trata de aumentar la participación del Estado o comprar el 100% de la empresa a su precio bursátil (casi 7 mil millones de dólares pese a al caída de las acciones), lo que supondría una verdadera estafa al fisco y un premio a los saqueadores.
Desde Juventud Rebelde y Rebelión creemos que la única solución justa y sustentable en el tiempo, es la recuperación de la soberanía sobre todos los recursos del suelo y el subsuelo y la formulación de un plan energético nacional que ponga las necesidades populares por encima del lucro empresario y los negociados de gobernadores y funcionarios. Se trata de recuperar una empresa pública que pueda abastecer a nuestro país y volver a cumplir aquel rol fundamental que YPF tuvo en el desarrollo de muchos pueblos del interior del país sería un gran paso en ese sentido. Una empresa pública, 100% estatal, nos permitiría hacer un uso soberano de la renta petrolera, fundamental para una política seria de industrialización, y para el fortalecimiento de economías regionales, protegiendo a su vez el recurso, cuidando el medio ambiente y las condiciones de vida de la población y los derechos de los trabajadores.
La nacionalización del petróleo y del gas, y la recuperación de YPF son una causa nacional. Más allá de diferencias, distintas organizaciones compartimos esta lucha y estamos dispuestos a defenderla frente a los intereses empresariales e imperialistas en juego. Sumate a esta campaña. Luchá y que YPF vuelva a ser nuestra.