NO al cierre del Borda, SI a su transformación




Desde Juventud Rebelde-Rebelión, en conjunto con otras organizaciones sociales, denunciamos al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en su política de vaciamiento y desfinanciamiento de Salud Mental Pública a costa de instalar un negocio inmobiliario millonario, que en el Hospital Borda se materializa en la demolición de servicios y el abandono y deterioro de las condiciones edilicias.

Al mismo tiempo alertamos sobre la progresiva privatización del sector, una clara y alarmante señal de esto es la reciente Resolución N°52/12, por la cual se llama a licitación pública para la contratación del Servicio de internación prolongada de pacientes psiquiátricos y pacientes gerontopsiquiátricos. De esta manera, cuantas más personas que sufren mentalmente se internen y mientras más dure la internación más grande será el negocio, política que refuerza claramente el paradigma psiquiátrico-manicomial en detrimento de la puesta en marcha de dispositivos que habiliten la inclusión social de las personas con padecimiento mental acorde a la Ley Nacional y de la Ciudad en materia de Salud Mental, actualmente incumplidas.

Al mismo tiempo pensamos que también es urgente el debate por qué tipo de atención en Salud Mental se brinda en estas instituciones. Nos oponemos a la demolición del Borda, pero creemos que esta lucha, hoy defensiva, debe aspirar a la acumulación de fuerzas necesaria para transformar las practicas iatrogénicas que todavía imperan en hospitales como este y poner sobre mesa los pasos necesarios en pos de una transformación de fondo del sistema de Salud Mental entendiéndola como un proceso complejo atravesado también por determinantes sociales como el derecho al trabajo, a la vivienda, a la educación, a los lazos sociales. A partir de esto señalamos que el manicomio como modelo de atención, atenta también contra esto, aislando y privando a los usuarios del ejercicio de estos derechos, sometiendo a las personas a atravesar una situación  que rompe con sus lazos sociales y que impide su recuperación.

Hace ya un año y medio se ha sancionado en nuestro país una Ley Nacional en Salud Mental que marca un hito en la historia de este campo, es la primera ley de Salud Mental que se sanciona en nuestro país y que genera las condiciones legales para trabajar en pos de este cambio. La ley está, se creó la Dirección Nacional de Salud Mental que es la encargada de ejecutar esta reforma, pero pareciera como si esta ley no existiera o no operara en estas siniestras lógicas. Aún no hemos visto ninguna política o accionar que pusiera en práctica esta transformación. Las prácticas inhumanas siguen siendo las mismas, los planes de estudio de las facultades formadoras de trabajadores en la salud funcionales a estas lógicas siguen intactos y quienes se benefician a través de estos lugares de encierro siguen siendo los mismos.

Las leyes de Salud Mental son una herramienta útil pero no suficiente. No somos ilusos, sabemos a quién nos enfrentamos y que las herramientas legales de poco nos sirven sin la presión social de un movimiento que luche por nuestra Salud. Por eso también seguimos apostando a la construcción de un espacio intersectorial e interinstitucional donde confluyan diversos actores que apueste y luchen por la construcción de una Salud Mental digna, pública y de calidad.

NO AL CIERRE DEL BORDA, EL CIERRE DE LOS HOSPITALES NO ES DESMANICOMIALIZAR!
LUCHEMOS POR UNA SALUD PÚBLICA DIGNA Y DE CALIDAD!