Ante la muerte del ex-presidente Kirchner


En la mañana del miércoles, falleció Nestor Kirchner. Presidente ayer, diputado hoy, transversal de a ratos y pejotista desde siempre, deja en la historia argentina la huella de una década signada por su particular estilo de liderazgo e iniciativa gubernamental y su presencia hegemónica en la vida política de nuestro país.

Con los años, su nombre quedará asociado a ciertas conquistas democráticas básicas: la nueva ley de medios, la estatización de las AFJP, la asignación universal por hijo, el fortalecimiento de la unidad latinoamericana, el fin de la impunidad para los genocidas de ayer. Para nosotros, aparecerán con igual nitidez ciertos elementos esenciales de este proyecto: la asociación con grupos monopólicos locales y extranjeros, la continuación del saqueo de nuestros bienes naturales, el apoyo a la burocracia sindical y a mucho de lo peor de la “vieja política”. La masiva precarización de los trabajadores y la persistencia de una distribución de la riqueza cada vez más desigual serán otros de los elementos siempre presentes a la hora de pensar la época y las coordenadas del kirchnerismo.

Sectores importantes del campo popular vieron en el proceso de los últimos años una esperanza de renovación y cambio para las mayorías explotadas de nuestro país. Sin compartir su perspectiva, saludamos a esos compañeros y nos solidarizamos con su dolor sincero ante la pérdida de un referente.

Nuestra apuesta seguirá por el camino de contribuir al armado de una fuerza popular que supere la disyuntiva entre lo que hay y lo peor, para poder construir de conjunto una Argentina justa, soberana e igualitaria.